Saltar al contenido
Filosofia Hoy

Frases sarcásticas que debes decir en los momentos inoportunos

mayo 10, 2021
Frases sarcásticas

Es más que constatable lo estresante que puede ser la vida cotidiana. El siglo XXI ha traído consigo beneficios en muchos aspectos del acontecer humano, pero esos beneficios vienen acompañados de molestias que simplemente nos es muy difícil evitar. Esto se hace más notorio en las grandes concentraciones urbanas, donde el espacio libre es menor y la densidad poblacional es bastantes más que en las zonas rurales. Socializar en las grandes concentraciones urbanas es inevitable ya que siempre habrá personas a nuestro alrededor con las cuales tenemos que interactuar sí o sí en orden desenvolvernos en sociedad.

No estamos diciendo que los habitantes de las zonas más alejadas no socialicen entre sí, sino que no lo hacen del mismo modo y en las mismas circunstancias que las personas de las grandes ciudades. Como en las metrópolis hay un bombardeo constante de estímulos que nos llegan desde diversas posiciones y ángulos, nosotros tenemos que ser muy selectivos con respecto a qué cosas merecen que les prestemos atención y tiempo de nuestra parte, y cuáles de ellas no, porque el tiempo que contamos para actuar es sumamente limitado sin importar lo que hagamos en la sociedad ni tampoco nuestra posición; si somos estudiantes universitarios, el tiempo libre con el cual contaremos será sumamente corto por todas nuestras responsabilidades académicas; si ocupamos un empleo de tiempo completo, sucederá prácticamente lo mismo, y si nuestro caso es una amalgama de los dos anteriores, puede contar con el hecho de que no tendrás tiempo ni para respirar.

Situaciones de la vida cotidiana que involucran tu sarcasmo

La vida cotidiana de las grandes ciudades es un fenómeno muy interesante en cuanto a cómo afecta la vida psíquica de los individuos que hacen vida ahí. Los constantes estímulos que ellos reciben todos los días los afectan no solamente en su vida psíquica, sino en la evaluación que ellos realizan con respecto al tiempo y cómo éste debe ser invertido.

Lo que vamos a llamar “economía del tiempo” es la serie de prácticas que una persona ejecuta y las mediciones que realiza con respecto a la distribución de su tiempo en las distintas actividades del día a día; como expresamos anteriormente, esta persona tiene que ser sumamente selectiva al momento de elegir en cuáles actividades formaremos parte y en cuáles no. Siguiendo con el tema de cómo las grandes ciudades afectan a las personas, debemos mencionar también su relación con respecto a las otras personas.

La dinamicidad de las grandes ciudades es más que notoria; hay un movimiento y cambio constante tanto en las instituciones, que son las formas cristalizadas de los procesos diarios de socialización, así como también en la socialización en sí.

Estaremos siempre en contacto con diversas personas que irán cambiando de posición en la matriz social que compartimos; como estamos conscientes de lo ínfimas que pueden ser las interacciones humanas en el siglo XXI, no nos atrevemos a interactuar con todos quienes se cruzan en nuestro camino, por lo que podemos adoptar una actitud de reserva con respecto a los otros.

El estrés que generan estas continuas decisiones se evidencia claramente. Estar continuamente pensando en nuestro accionar y los alcances que éste puede llegar a tener sobre nosotros y en los otros hace que los momentos de reflexión introspectiva y de descanso sean realmente cortos de duración y raros en frecuencia. Desahogarse de vida cotidiana en las grandes ciudades no es fácil, y por eso necesitamos constantemente “válvulas de escape” que nos permitan liberar todas las cargas que podamos tener en nosotros mismos que piden urgentemente salir.

Estas válvulas de escape pueden presentarse de diversas formas ante nosotros, disfrazando así su función. No obstante, las podemos identificar ya que suelen presentarse como ocasiones o elementos que nos permiten desentendernos un poco de nuestro día a día y que nos proveen cierta satisfacción.

frases sarcásticas

El humor como válvula de escape

No podemos otorgar una definición de sarcasmo debido a que es un tanto complejo realizarlo. No obstante, podemos decir que el sarcasmo es uno de los vehículos fundamentales del humor, y el humor es una de las válvulas de escape más importantes que puede tener una persona. Después de todo, ¿quién no olvida todas sus preocupaciones después de una risa placentera?

Es natural sentirse desahogado y en buenos términos con la vida después de haber presenciado un stand-up comedy o después de haber visto tu comedia favorita. El humor es una vía de escape para todo el estrés que nos genera la vida cotidiana y que nos afecta en todos los sentidos.

Muchas personas afirman que la persona que domine el empleo de frases sarcásticas será capaz de tener un público muy amplio bajo su dominio; dominar el sarcasmo no es una habilidad que cualquiera pueda dominar, por lo que las personas que lo logran hacer son atribuidas con habilidades humorísticas peculiares y avanzadas.

La capacidad de influenciar el humor de una persona por medio de la acción es un oficio que no recibe el suficientemente reconocimiento que merece.

Las frases sarcásticas son propias de las personas que han sabido dominar eficazmente las expresiones del sarcasmo y cómo conducirlo de la manera más entendible y directa posible en orden de que el mensaje llegue claro y sin fallas, con la aspiración de causar el efecto deseado. Las frases sarcásticas serán sarcásticas de acuerdo con la intencionalidad del actor.

Si una persona enuncia una frase que nosotros califiquemos como sarcástica, mas no se haya transmitido con esa intención, entonces, ¿es esa frase verdaderamente sarcástica?

Las frases sarcásticas integran el conjunto de herramientas que un humorista tiene a su disposición para hacer reír a las personas. Como el sarcasmo es una forma “fina” de humor, es un vehículo altamente susceptible para estimular las risas de las personas y corresponde con lo que ellas consideran como gracioso. Sin embargo, hay personas que no logran entender ni identificar el sarcasmo, y pueden llegar a asimilar lo que se les dice como algo real cuando no es así.