El nacimiento es quizás el suceso más trascendental de la vida humana porque es el evento que precisamente le da inicio a ella; si no nacemos, no vivimos, tan simple como eso. Yendo más allá, podemos decir que el acto de dar a luz es el acontecimiento más importante de la vida tanto del bebé que está empezando a vivir como tal, así como de la madre, que ha terminado de gestar una vida humana dentro de sí por un periodo de nueves meses o menos dependiendo del caso. No obstante, el nacer es una situación traumática tanto para la madre como para el niño.
Veamos, el niño o la niña salen de la zona más segura que muy probablemente tendrá a lo largo de su vida a un ambiente completamente desconocido, raro, completamente diferente a lo que estaba acostumbrado.
El cumpleaños
En este ambiente se encuentran ubicados seres vivos que el bebé desconoce por completo a excepción, obviamente, de su madre, pero los desconocidos son más, y lucen aterradores. Por el lado de la madre, la conclusión del embarazo es una experiencia traumática como consecuencia del dolor físico que significa pujar un ser vivo de tu propio cuerpo por medio de una de las partes más sensibles de él.
Sin importar el conjunto de anestésicos y analgésicos que le provean a la madre, el permanecerá ahí, es inevitable, y es una circunstancia con la cual tiene que lidiar. Las secuelas del nacimiento para ella son diversas; algunas madres pueden caer en depresión post-parto, otras pueden albergar un metabolismo altamente desestabilizado, entre otros posibles efectos. Aunque dar a luz sea un acto hermoso y significativo, no sería cierto decir que no trae consigo consecuencias que pueden considerarse negativas.
No obstante, como repetimos, dar a luz es un acto hermoso. A pesar de que la madre sienta durante el proceso una cantidad de dolor sencillamente indescriptible (estudios demuestran que el dolor que experimenta la madre durante el parto es de lo más intensos que puede sufrir un ser humano sin morirse), ella logra superarlo y dar a luz a su cría.
Permitiéndonos ser un tanto cursis al respecto, pudiéramos decir que la fuerza que le permite a la madre ir a través de todo ese dolor no es otra que la fuerza del amor que tiene ella por su cría que no ha visto aún ni ha tocado con sus manos. El amor de una madre hacia su cría es sencillamente infinito e incondicional, una madre no solicita nada a cambio para dar todo su cariño a lo más importante que tiene en su vida y que ama con pasión y locura.
Volviendo al acto del nacimiento, ellos han adquirido un aspecto una dimensión un tanto ceremoniosa; esto se nota mucho más cuando la madre es primeriza, es decir, que el parto a ocurrir será el primero en toda su vida.
Es usual ver en las habitaciones de hospital donde la madre se hospeda antes y después del parto ciertas decoraciones referentes al acto que intentan realzar el significado que tiene tanto para la madre como para sus familiares y conocidos porque, al parecer, el dar a luz es un acto en sí mismo que se ha vuelto colectivo más que individual; todos forman parte y todos quieren su cuota de protagonismo de algo que solo debería albergarse por parte de la madre y de su cría. La privacidad del acto se ha vulnerado de cierto modo para ser ahora un espacio de socialización ampliada donde ajenos al acto en sí tienen cabida.
Cumpleaños como ritual
El cumpleaños es un evento donde el cual se celebra la venida al mundo de una persona. Los cumpleaños se realizan cada año en el día en el cual la persona nació hace una cantidad de años determinada. Cuando se le pregunta a una persona cuántos años tiene, el número que se toma como referencia es la cantidad de años cumplidos desde el último cumpleaños celebrado, y siempre se identifica en números enteros.
Los cumpleaños son fechas especiales para las personas porque se celebra su venida al mundo. El día en que una persona cumple años es un día donde sus seres queridos le hacen llegar lo mucho que dicha persona ha sido importante para ellas y lo significativa que es. La persona celebrada suele recibir regalos en ese día por parte de sus conocidos, sin embargo, los cumpleaños no deben ser juzgados a partir de su componente de intercambio material sino en base a los significados que los individuos le imprimen a esa celebración.
Un tipo de cumpleaños muy particular es aquel protagonizado por gemelos o mellizos. Al haber nacido el mismo día y separados por lapsos temporales sumamente breves, la situación de los mellizos o gemelos es muy particular. Algunos cumpleaños de este tipo suelen ser mucho más amplios debido a que cada uno, aunque sumamente similares, siguen siendo seres distintos que probablemente se desplacen en grupos sociales disímiles.
Frases de feliz cumpleaños
Seguramente has visto que las personas llevan tarjetas de felicitación a los cumpleaños. Estas tarjetas siempre incluyen lo que podemos llamar frases de feliz cumpleaños, que no son más que enunciados afirmativos que establecen la importancia de la fecha, el significado que el cumpleañero o cumpleañera tiene para la persona dadora de la tarjeta.
Las frases de feliz cumpleaños pueden ser cortas o largas, pero siempre tienen que estar referidas a la ocasión. Por otro lado, las frases de feliz cumpleaños pueden estar tanto prefabricadas en la tarjeta como también puede originarse en el cúmulo de sentimientos propio de la persona allegada al cumpleañero o cumpleañeros.
Ejemplos de frases de feliz cumpleaños
A continuación, introduciremos algunos ejemplos de frases de feliz cumpleaños para que sepas identificarlas de mejor manera.
- Este día está dedicado exclusivamente para ti.
- Tus más íntimos amigos y familiares se reúnen aquí hoy para celebrarte.
- Estás rodeado de tus seres queridos porque hoy celebramos tu existencia y todo lo que eres.
- Debes sentirte afortunado de reunir el día de hoy personas que te quieren y aman.